Con el calor del verano, pocas cosas resultan tan irresistibles como un buen helado. Y si además eres amante del matcha, estás de suerte. Hoy te traemos una receta de helado de té verde matcha que es tan fácil de preparar como deliciosa. El helado de té matcha no solo refresca, también aporta todos los beneficios de este superalimento japonés, ideal para quienes quieren cuidarse sin renunciar al sabor.
Este postre tiene todo: una textura suave, un sabor delicado con ese toque vegetal tan característico del matcha, y un perfil nutricional interesante si lo comparas con helados industriales. Así que si alguna vez te has preguntado cómo hacer un helado de té matcha en casa sin complicarte la vida, sigue leyendo.
¿Por qué elegir helado de té matcha?
Antes de entrar en la receta de helado de té verde matcha, vale la pena hablar un poco de por qué este sabor se ha vuelto tan popular. El matcha es un tipo de té verde molido que proviene de Japón, donde forma parte de ceremonias tradicionales desde hace siglos. A diferencia del té común, con el matcha te estás tomando la hoja entera pulverizada, lo que potencia sus efectos.
El resultado es una bebida (o en este caso, un helado) cargado de antioxidantes, vitaminas y un toque de cafeína que no produce nerviosismo gracias a la presencia de L-teanina. Por eso, un buen helado de té matcha no solo es refrescante y sabroso, sino también una opción más interesante para el cuerpo.
Receta helado de té verde matcha paso a paso
Vamos al grano. Esta receta de helado de té verde matcha no requiere heladera ni conocimientos culinarios avanzados. Solo necesitas paciencia para dejarlo enfriar y algunos ingredientes básicos.
Ingredientes:
- 2 cucharadas de té verde matcha en polvo
- 400 ml de nata para montar
- 400 ml de leche entera
- 150 g de azúcar
- 4 yemas de huevo
Para comenzar: mezcla en un cazo leche entera y nata hasta que estén bien calientes (pero sin hervir). En otro recipiente, bate yemas de huevo con azúcar hasta que la mezcla sea cremosa. Luego, añade el té matcha previamente disuelto en un poco de leche caliente. Esta parte es clave: asegúrate de que el matcha se haya integrado bien, sin grumos.
Vierte lentamente la mezcla caliente sobre las yemas sin dejar de batir, y luego vuelve a ponerla en el cazo a fuego muy bajo. Remueve constantemente hasta que la mezcla espese un poco. Después, retírala del fuego, deja que enfríe y métela al congelador. Puedes removerla cada media hora durante las primeras dos horas para que quede más cremosa.
En unas cuatro horas tendrás un helado de té matcha digno de una heladería japonesa. Puedes decorarlo con frutas, nueces o un chorrito de miel si te apetece darle un toque más dulce.
Consejos para un helado perfecto
Uno de los trucos clave en esta receta de helado de té verde matcha es usar un matcha de buena calidad. No todos los polvos son iguales: busca uno de grado culinario o ceremonial para asegurarte un sabor auténtico.
También puedes ajustar la intensidad del matcha según tu gusto. Si prefieres un sabor más suave, usa solo una cucharada; si eres fan del sabor fuerte y terroso, sube la dosis a dos. Así, tu helado de té matcha será totalmente a tu medida.
Otra opción es hacerlo con alternativas más ligeras, como leche vegetal o nata de coco, para una versión vegana. El resultado cambia un poco en textura, pero sigue siendo un postre espectacular.
Disfrutar del helado de té matcha este verano
Incluir un helado de té matcha en tu rutina no tiene que ser un exceso. De hecho, si lo haces tú mismo, tienes el control total sobre los ingredientes y puedes convertirlo en una opción saludable. Al estar hecho en casa, sin conservantes ni colorantes, esta receta de helado de té verde matcha es perfecta para quienes buscan algo natural y diferente.
Puedes compartirlo en reuniones, disfrutarlo en una tarde tranquila o incluso añadirlo a tus bowls de desayuno para una experiencia gourmet.
¿Te animas a prepararlo? En Nawo Routines creemos que los pequeños placeres del día también pueden ser parte de un estilo de vida consciente. Y este helado es un excelente ejemplo. Si lo haces, cuéntanos tu experiencia o comparte tu versión. ¡Nos encantará verla!